En la entrega anterior nos preguntamos si es posible disminuir la contaminación de superficies en la transmisión de infecciones por OMR. Continuamos analizando las propiedades antibacterianas de las nanopartículas a través de investigaciones actuales.
Los recubrimientos anti-incrustantes evitan la acumulación de biopelículas en las superficies al repeler o controlar la formación de biopelícula microbiana (1), siguiendo el mecanismo de muerte por contacto o mediante la liberación de compuestos anti-microbianos o iones metálicos inorgánicos que causan la muerte celular.
En particular, las propiedades antibacterianas de las nanopartículas (NP) están ampliamente probadas y muestran una respuesta significativa incluso a concentraciones muy bajas debido a su alta relación superficie / volumen.
Su función es principalmente actuar como agente antimicrobiano para inhibir el crecimiento o matar los gérmenes como bacterias, hongos y virus. Recientemente, muchos compuestos orgánicos, incluidos polímeros y biopolímeros, han mostrado su potencial como agentes antibacterianos y antivirales para combatir las infecciones causadas por bacterias y virus.
Los materiales de recubrimiento antimicrobianos híbridos, realizados con nanopartículas, que comprenden cationes de cobre, plata, y zinc, también han mostrado grandes efectos virucidas en el control de virus como influenza H1N1, VIH-1, virus del dengue tipo 2 y herpes virus humano 1. (2)
Las nanopartículas elaboradas con polímeros como el quitosano, los compuestos que contienen grupos de nitrógeno cuaternario, amonios cuaternarios, Dióxido de Silicio (SiO2) poli-ε-lisina (ε-PL), halaminas, triclosán, y polibiguanidas, tienen una capacidad inherente para mostrar actividad antimicrobiana.
Katherine D. Ellingson y col. Investigaron el impacto de las IACS y las cargas biológicas ambientales en 2 hospitales urbanos. Utilizaron un recubrimiento de superficie antimicrobiano a base de nanopartículas. (1)
Los investigadores aplicaron este recubrimiento antimicrobiano transparente en las habitaciones de los pacientes y áreas comunes en 3 unidades de cada hospital. Se utilizaron modelos de regresión longitudinal para comparar los cambios en las tasas de infección de bacteriemia primaria, causadas por organismos resistentes a múltiples fármacos (OMR-BAC) e infección por Clostridium difficile (ICD) adquiridas en el hospital en los 12 meses antes y después de la aplicación del revestimiento de superficie. Se compararon las relaciones de tasas de incidencia (RTI) para las unidades que recibieron la aplicación de revestimiento de superficie y para las unidades de control contemporáneas, y se recolectaron muestras ambientales antes y después de la aplicación para identificar las unidades formadoras de colonias bacterianas (UFC) y el porcentaje de sitios positivos para patógenos clínicamente relevantes.
En ambos hospitales, hubo una disminución del 36% en las IACS combinadas (OMR-BAC e ICD) en las unidades que recibieron la aplicación de revestimiento de superficie la RTI fue de 0,64; (intervalo de confianza [IC] del 95%, .44-.91) y sin disminución en las unidades de control (RTI, 1,20; IC del 95%, 0,92-1,55). Después de la aplicación en la superficie, el total de UFC bacterianas en los hospitales A y B disminuyó un 79% y 75%, respectivamente; los porcentajes de muestras ambientales positivas para patógenos clínicamente relevantes también disminuyeron significativamente en ambos hospitales.
Ejerhed L y col. utilizaron un recubrimiento de organosilano antimicrobiano (son productos químicos monoméricos a base de silicona) en dos salas de ortopedia. Una sala actuaba como control. Se cultivaron veinte áreas definidas de alto contacto en cada sala antes del tratamiento y después de la semana 1 y semanalmente hasta la semana 16. Las muestras se cultivaron para el Staphylococcus aureus y E. coli. (3) El recuento total de colonias fue un 47% menor en la sala tratada en comparación con la sala no tratada durante el período de estudio (p = 0.02)
Montero y colaboradores (4) también publicaron un estudio con revestimiento a base de nanopartículas de cobre, y concluyen que se reduce significativamente el nivel de contaminación microbiana en las superficies de alto contacto en el entorno hospitalario, en comparación con las superficies estándar.
Les comento que todos estos productos se colocan una vez por año o cada 3 meses, dependiendo de las indicaciones del fabricante, como si pintáramos las superficies. Los compuestos son transparentes. Diariamente, se limpia con los protocolos ya existentes. Los nano recubrimientos ya están vigentes en Argentina, por lo tanto, conocerlos y considerarlos es importante. Por otra parte, los estudios realizados por las distintas empresas se realizaron en superficies del ámbito de la comunidad como teléfonos, juguetes, mesas, sillas, escritorios, y medio de transporte público.
Espero sus comentarios.
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