Por Mg. Stella Maimone
Una carta al editor en la revista Infection Control Hospital Epidemiology de septiembre de 2021 acaparó mi atención con este título: Riesgo de transmisión por aerosolización de SARS-CoV-2: ¿Barbijo quirúrgico o N95?.
Los autores comentan que basados en la evidencia disponible, la enfermedad por COVID-19 se dispersa por contacto cercano y gotas. Sin embargo algunos autores han debatido que la transmisión podría ser aérea.
La transmisión por aire ocurre cuando partículas de < 0.5 μm dentro de una gota se dispersan vía el aire exhalado, en un proceso denominado aerosolización. Éstas partículas pueden permanecer en el aire por largos períodos y viajar a una distancia > a 1 metro. En el contexto de COVID-19, las partículas aéreas pueden ocasionarse por procedimientos que generan aerosoles (PGA).
La OMS (Organización Mundial de la Salud) recomendó el uso de respirador N95 o sus equivalentes, como parte de los EPP cuando se atienden pacientes en PGA.
Los autores de la carta al editor describen un estudio observacional retrospectivo. Ellos testearon con RT-PCR a personal de salud en contacto estrecho con 1 paciente con SARS-CoV-2, antes de conocer su estado. Este personal utilizó diferentes tipos de protección durante los PGA. Todos los trabajadores fueron colocados en cuarentena por 14 días y vigilados clínicamente para evaluar algún síntoma respiratorio.
El reporte de caso describe a un paciente de 70 años de edad con comorbilidades, quien había estado en Rusia y en Jakarta en diciembre de 2019 y en febrero de 2020 respectivamente. Nunca había sido testeado para SARS-CoV-2, pues no consideraron ningún nexo epidemiológico.
El paciente en el servicio de emergencias estuvo taquipneico con 28 de frecuencia respiratoria, saturando 86% y requirió oxígeno 40% por máscara de venturi. El paciente empeoró y fue intubado. Mientras esperaba ser trasladado a la UCI fue ventilado en forma manual. La radiografía de tórax era patológica. En vista de su cuadro se le realizó una RT- PCR y fue positiva.
El personal de salud expuesto en PGA fueron: en la intubación 3 (sin ningún tipo de barbijo), nebulizacion y aspiracion de secreciones 15 (con barbijo quirúrgico) y ventilación invasiva 7 (cuatro con barbijo quirúrgico y 3 con N95). La media de exposición fue de 34.4 minutos (rango 15-180).
Los 25 miembros del personal de salud fueron testeados con RT-PCR y todos fueron negativos.
Los resultados de este estudio coinciden con otros que describen los autores en la citada carta. Si bien existen diferentes calidades y tipo de protección, incluyendo máscara facial y lentes protectores, en este y varios casos reportados no fueron necesarios y se rescata que el barbijo quirúrgico cuenta con 3 capas y una capa exterior resistente a los líquidos. El respirador N95 no fue capaz de demostrar superioridad al barbijo quirúrgico en estudios previos a la pandemia.
Si bien los autores destacan que más estudios son necesarios con mejor metodología, estos datos nos hacen pensar que se trata de un virus respiratorio más, y que la gravedad en la infección nos hace implementar medidas fuera de lo demostrado científicamente.
Me pregunto: ¿Podremos encontrar el rumbo y volver a creer en las medidas de protección respiratoria?
*Referencias: Periyasamy, P.; Ng, B.H.; Ali, U.K.; Rashid, Z.Z.; Kori, N. Aerosolized SARS-CoV-2 transmission risk: Surgical or N95 masks? Infection Control and Hospital Epidemiology, Vol. 42 Nr. 9 Páginas: 1150 – 1152Fecha de publicación: 01/09/2021
Se repite la historia de la pandemia por H1N1 donde los estudios demsotraron que el uso de barbijo N95 sólo estaba indicado en el contexto de procedimientos que generan aerosoles. Para salir de esta trampa tenemos que revisar nuestros patrones de comportamiento. Somos seres emocionales y no racionales. Nos higienizamos las manos más después del contacto con el paciente que antes de tomar contacto con él. Esto es porque nos preocupa mucho más nuestra salud que la de nuestro paciente (al menos inconcientemente). Esto determina que sobreactuemos cuando de cuidar nuestra salud se refiere.
Como dice el articulo es necesario generar evidencia que permita guiar nuestras acciones (al menos para volver a ser un poco más racionales!!!!)
Saludos.
Muy buen artículo ! Excelente la información
Saludos Cordiales
De acuerdo Rodolofo, gracias por participar.
Excelente el artículo y totalmente de acuerdo con el Dr Quirós, igual paso con la pandemia H1N1 el uso de los barbijos.
Un saludo cordial.