Caracterización de las Aguas Residuales en el Instituto de Cardiología de Corrientes

Compartimos este trabajo de investigación realizado por Camila De Cerchio y Gastón Giménez en el marco de las Residencias del Instituto de Cardiología de Corrientes, que tuvo como objetivo caracterizar el efluente generado en el ICC durante los meses de marzo, abril y mayo del año 2023; conocer las características microbiológicas de las aguas residuales generadas por el ICC; detectar la presencia de bacterias resistentes a antimicrobianos y sus mecanismos de resistencia en las aguas residuales del ICC; y conocer las características físico-químicas de las aguas residuales generadas por el ICC.

INTRODUCCIÓN Y FUNDAMENTOS

Los efluentes hospitalarios constituyen una categoría especial de residuos que son altamente peligrosos por sus características infecciosas y tóxicas. Representan una fuente de material biológico (bacterias multirresistentes, residuos de laboratorio, fluidos de pacientes, medicamentos, entre otros) y sustancias químicas con efectos tóxicos. Si estos efluentes se vierten a los sistemas cloacales urbanos y luego al río sin un tratamiento previo, implican un riesgo ambiental para el cuerpo receptor, y en consecuencia para la población.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha declarado a la resistencia a antimicrobianos como una de las principales amenazas de salud pública a las que se enfrenta la humanidad. Actualmente, unas 700.000 personas fallecen al año por acción de bacterias multirresistentes. Para el año 2050, esa cifra podría alcanzar los 10 millones y ser la principal causa de muerte, superando al cáncer y a las enfermedades cardiovasculares. Si bien la aparición de resistencia a los antimicrobianos es un fenómeno natural, este proceso se puede acelerar por su uso inadecuado y por la liberación de estos compuestos al medioambiente. La exposición a las bacterias resistentes puede dar lugar a infecciones cuyo tratamiento es difícil o incluso imposible.

En el marco de los objetivos del Plan de acción mundial sobre la resistencia a los antimicrobianos aprobado por la OMS, este trabajo pretende reforzar los conocimientos y la base científica sobre el tema a través de vigilancia y la investigación.

Si bien en Argentina, la Ley 24.051 y su Decreto No 831/93 establecen el adecuado manejo de residuos sólidos, identificados como Y1 (desechos clínicos resultantes de la atención médica prestada en hospitales, centros médicos y clínicas para la salud humana y animal), estos contemplan únicamente a los líquidos contenidos en recipientes, y no a los efluentes vertidos a la red cloacal.

En algunas regiones de España, por ejemplo, se exige el tratamiento de las aguas industriales (aguas sucias provenientes de procesos industriales del hospital, como lavandería, esterilización o laboratorio), cuando estas superan los 100ml y son clasificadas como de Clase III (Residuos Biosanitarios Especiales), antes de su vertido a la red pública. Este tratamiento puede realizarse en estaciones depuradoras municipales o propias del hospital.
En Argentina, el Registro Nacional de Residuos Peligrosos de la Secretaría de Desarrollo Sustentable y Política Ambiental de la Nación solicita a los establecimientos de salud una constancia de enlace a la red cloacal. (6) Sin embargo, no se realiza un control de las características del efluente generado.
En la ciudad de Corrientes, si bien existe un marco normativo que regula los límites permisibles para el vertido de aguas residuales en aspectos físico-químicos, los hospitales no realizan un tratamiento de sus efluentes previo a verterlos a la red pública cloacal. Es de vital importancia tomar acción sobre esta problemática, teniendo en cuenta que la totalidad de las aguas residuales son vertidas al Río Paraná, de donde también se extrae el agua de consumo de la población de la ciudad.
En este trabajo se tomó como caso de estudio al Instituto de Cardiología de Corrientes “Juana Francisca Cabral” (ICC), ubicado en Corrientes Capital, Argentina. Es una institución pública, de tipo Establecimiento de Salud con Internación Especializado Cardiovascular, de categoría Nivel III B según el Programa Nacional de Garantía de Calidad de la Atención Médica (PNGCAM).

Tiene una superficie de 16.650m2, cuenta con 100 camas, y un consumo de aproximadamente 95.000 litros de agua por día.

El ICC, a pesar de contar con un protocolo de segregación de residuos bio-patogénicos, no cuenta con un sistema de pre tratamiento del agua antes de verterla a la red cloacal, por lo que es clave realizar un diagnóstico para conocer las características físico-químicas y microbiológicas de esta.

Se pretende que los resultados obtenidos funcionen como base teórica para elaborar futuras estrategias que minimicen el impacto ambiental.